Tras un largo asedio, Akragas (actual Agrigento) se rinde a los cartagineses en el año 406 a. C. La ciudad es destruida. En 1909, es hallada en un campo de cultivo una pequeña moneda de oro valiosísima y única en el mundo. Presa de la emoción, el doctor Stefano Gibilaro, médico titular de Vigàta, se cae del caballo y se rompe la pierna. Así comienza una historia rocambolesca que se desarrolla entre los campos de Vigàta y la Mesina destruida por el terremoto de 1908. Sus giros inesperados, trágicos y cómicos, que Camilleri realiza con notable habilidad, nos llevarán a un imprevisible desenlace. «La única regla a la que obedezco es la necesidad, es decir, me pongo a escribir una historia cuando tengo la absoluta necesidad de contarla. Necesito un punto de partida que sea real, y alrededor de esa realidad puedo construir todo lo que quiero. Si no hay ese estímulo inicial, no logro escribir.» Andrea Camilleri He vuelto a experimentar el placer del amable y grato entretenimiento, que parece no requerir de las más altas pretensiones literarias, con La moneda de Akragas. Manuel Hidalgo, El Cultural