Lo he leído literalmente entusiasmado. Una escritora y un traductor, ambos con varias dobles identidades, se preguntan qué es y qué ha sido traducir y si tendrían que traducirse a sí mismos y a todos los que antes han sido ellos mismos. Un fulminante diálogo de fantasmas cuando los fantasmas ya se han ido. Una conversación entre lectores avezados y sagaces como lo son estos dos escritores-traductores, Ariana Harwicz y Mikaél Gómez Guthart, acaba abarcando todo el espectro del quehacer literario. Como la experiencia de los dos interlocutores es tan distinta, las observaciones nacen, se amplían, divergen, se enriquecen y se transforman a un ritmo vertiginoso, convirtiendo este diálogo en una conversación talmúdica que deslumbra a su público y que exige ser proseguida. Esperamos ansiosos muchas nuevas sesiones. Alberto Manguel