En La débil mental se tensan al límite los vínculos afectivos y familiares entre una madre y su joven hija, quienes viven casi a escondidas del mundo, entre el abandono del bosque. Ariana Harwicz consigue dilucidar un retrato bucólico pintado con colores agresivos que incomodan al espectador y al mismo tiempo lo capturan hasta la imposibilidad de dejar de observar. Si la mejor literatura en castellano se está haciendo hoy en América, uno de sus centros está en Argentina, donde autoras como Ariana Harwicz, Selva Almada o Samanta Schweblin (todas nacidas en los setenta, todas escribiendo sobre hijos y relaciones difíciles) apuestan por una escritura radicalmente literaria, con resultados mucho más que prometedores. Isaac Rosa, El País.