En esta obra, la autora propone la búsqueda de un cambio social, jerarquizando el arte, los valores y la educación para darles el lugar insoslayable que deben tener en la vida de todo ser humano. Propone asumir el desafío de una educación integral e innovadora que permita al educador y al educando tomar conciencia de la realidad asumiendo el compromiso del amor al género humano, con verdadera vocación de servicio. Transmitir valores a través del arte la educación permite al hombre reconocerse como un ser espiritual que aspira a una trascendencia persona y social. En todos los tiempos y culturas, encontramos obras de arte que nos interpelan, nos sacuden y nos hablan con otro lenguaje que llega directo al alma. En su doble rol de educadora y artista, María del Carmen Palopoli pretende invitarlos a la reflexión y al cuestionamiento para rescatar desde la composiciones visuales los valores humanos que nos ayudan a pensar y actuar en la construcción de una sociedad mejor. Para ello, es imprescindible una educación que mantenga viva la llama de la esperanza, valor fundamental para la trascendencia.