Durante el último año, la vida de Lea en el instituto ha sido un verdadero infierno. Burlas, risas maliciosas y cuchicheos que ella ha afrontado con la mayor entereza posible pero sola. Después de lo sucedido el curso pasado, se ha quedado sin amigos que la apoyen, y las únicas personas que saben lo que realmente pasó están a kilómetros de distancia. Sin embargo, sabe que es cuestión de meses que todo termine. Solo una primavera es lo que le resta para ser libre y poder escapar lejos de la humillación a la que la sometió Connor. Pero justo cuando cree haber establecido una difícil pero efectiva rutina, aparece alguien que parece empeñado en poner patas arriba cualquier resquicio de normalidad; alguien descarado, arrogante y que la saca de quicio con sus continuas apariciones.