-Dios, mi mundo y yo- ha sido preparado para que el niño de tercero de preescolar descubra su entorno y pueda cerrar su primera etapa académica con alegría y gratitud. En esta etapa final del preescolar es importante estimularlo con vivencias profundas, experiencias de fe y la vivencia de hombres y mujeres que entregan a diario su vida por otros, con el fin de que descubra en sí mismo la capacidad de amar y servir a esta realidad que lo rodea y lo invita a ser amigo del Amigo Jesús. La meta es colaborar para que pueda vivir la etapa de la primaria con gratuidad, compromiso y entrega.