En Plantero y yo, joya de la prosa poética, el escritor español Juan Ramon Jiménez, Premio Nobel 1956, desarrolla un tierno monólogo en el que un simpático burrito es el personaje personal. El autor situó a su personaje en una de las provinvias más hermosas de la Tierra: Andulancia, cuyos caminos Platero, con las orejas bien abiertas, escuchas las sutilezas de su amo y gran amigo; en ralidad esas sutilezas son poesía pura para niños y adultos.