Hay tantísimas piezas, todas desencajadas más andan entre sombras, bien amortajadas, sus rastros perfumados, sus huellas pisoteadas, y voces que susurran verdades ultrajadas. DON ANTONIO DE HORCASITAS, NOBLE ESPAÑOL DE MORAL DUDOSA, MUERE ENVENENADO en el palacio de los virreyes, tras comprar medicinas preparadas en el CONVENTO DE SAN JERÓNIMO. Alina, joven protegida de sor Juana Inés de la Cruz y ávida científica, fue quien destiló esos remedios, y de inmediato recaen sobre ella las SOSPECHAS DE ASESINAT y BRUJERÍA. Su fiel doncella Matea, así como sor Juana y don Carlos Sigüenza y Góngora, deberán unir fuerzas para ayudarla a probar su inocencia, antes de que el caso llegue a oídos del tan temido arzobispo Aguiar.