No sólo en el cine y en las artes, sino en la literatura de habla hispana en general, la panza de esa gigantesca nación llamada Estados Unidos ha sido poco explorada y analizada, a pesar del influjo que ha tenido en la vida contemporánea del resto del mundo, y no digamos de América y especialmente México. Siendo muy joven, llegó a las manos de Esteban Martínez Sifuentes un maravilloso libro fotográfico de la vida cotidiana estadounidense, lo cual estimuló como nunca nada su imaginación, y no mucho después cruzó la frontera, fruto de lo cual incubó: USA! USA!, escribió años después, una serie lúcida de ensayos en los que ajusta cuentas con el inevitable vecino del norte, sus mitos y antimitos, su lado oscuro, su grandeza y sus contradicciones. «La obra de Martínez Sifuentes con Gabriel Zaid, no son un informe de investigaciones realizadas en el laboratorio, son el laboratorio, que, bajita la mano provoca la reflexión». María Emilia Reséndiz de la Cruz, bibliotecaria mexicana. «La obra de Esteban Martínez Sifuentes se entrega al lector despojada, es un espejo espiritual de lo que nosotros mismos somos». Luis J. L. Chigo, editor mexicano. «Esteban simbólico y tal vez no casual nombre de protomártir a la par que de pionero un buen día, ¿por qué no?, un día cualquiera, decidió echarse al mundo en busca de palabras con las que pergeñar conceptos, ideas, reflexiones, y hasta sueños propios y comunes, resolver cuestiones a veces peliagudas, cuando no por completo irresolubles, y fue dando con sus huesos por las esquinas de los hábitats de las más variopintas faunas de no menos variopintos pelajes, cornajes y dentajes frase que, para evitar ser acusado de plagiario, me apresuro a advertir que tomo prestada del famoso tributo pirenaico, el de las Tres Vacas, por cierto el más antiguo que sigue todavía en vigor de los muchos que en Europa siguen siendo, de las que aprendió de todo». José Dueso, antropólogo y escritor español.