. UN ENCUENTRO nos da a conocer a un KUNDERA, en ciertomodo, inédito. En efecto, aunque el autor reflexione, como confiesa al principio del libro, sobre sus «viejostemasexistenciales y estéticos», lo cierto es que en esteapasionado -y apasionante- «encuentro» con algunasobrasmaestras de la literatura, la música y la pintura, el escritorcheco aborda cuestioneshastaahorapoco o nada transitadas en suslibrosanteriores. Así, explora lo que la novela -y sólo la novela, esa «sonda existencial»- puede explicar sobre el ser humano, e indaga asimismo en las repercusiones, no siemprenegativas, que el exilio tiene para el creador (con una emocionantecomparación entre las dos Primaveras del 68, la de París y la de Praga). Tambiéndesentraña el papel de la memoriaante las tragediasdel siglo XX y habla de la lucha desesperada del verdadero artista por asumir lo mejor de la tradición de suarte (con una irónica pregunta sobre lo que la posteridad conserva finalmente de los autores). Por último, sostiene que sólo un análisisa fondo de la composición formal de una obra revela las intencionesestéticas de su autor (y lo demuestra con un breve y fascinanteensayodedicado a KAPUTT y a la que califica de genial «archinovela», LA PIEL, de CurzioMalaparte).