La presente publicación es el primero de tres volúmenes que conforman la trilogía Leyendas de los Otori en donde la autora da cuenta de muchas tradiciones y costumbres japonesas usadas en una época feudal. Cabe sin embargo señalar que estos relatos están situados en un país imaginario, sin marco y sin periodo verídicos. Las estaciones del año y los paisajes que se describen en la obra toman como referencia los de Japón. Los suelos de ruiseñor son construcciones que se encuentran alrededor de numerosas residencias y templos de Japón. Salvo el artista Sesshu, todos los personajes son totalmente ficticios.