No es extraña, pues, la visión optimista que nos da Cicerón de la vejez Lo realmente asombroso es que lo que cuenta Cicerón hace unos dos mil años no es muy diferente de lo que escribiría cualquier intelectual o médico del presente siglo XXI. Es decir, muy poco de nuevo puede añadirse a lo que escribió excepto algunas ideas que aporta nuestro conocimiento actual de la Evolución Biológica y, sobre todo, por el añadido científico que han provisto las Ciencias Biomédicas y las Ciencias del Cerebro en los últimos cincuenta años.