Esta novela explora la compleja relación entre un padre y su hijo. A través de una narrativa cruda y llena de humor negro, el protagonista se enfrenta a las múltiples capas de su vínculo con Rober, su padre, un hombre encantador y autodestructivo que ha dejado tras de sí una estela de desencuentros y promesas rotas. Con un diagnóstico de cáncer como telón de fondo, la novela cuestiona el amor filial, la redención y los mecanismos de supervivencia en relaciones marcadas por la manipulación y el cariño. Rodrigo Solís nos lleva a un viaje emocional que se despliega en un México tan real como las heridas familiares que intenta suturar