"Todos queremos sanar. Pero no es magia, no es inmediato, no depende de otra persona. Sanar es un movimiento profundo que necesita de tiempo, paciencia, respeto, humildad, rendición, amor, gratitud y foco, dice Mariana Gómez Badía, coach sistémica, consteladora y especialista en trauma. Por eso, sana quien insiste.