En la respuesta que Sor Juana Inés de la Cruz le dirigió a Sor Filotea, puso en entredicho el dominio masculino en la sociedad y abogó por que la mujer tuviera acceso al conocimiento. Para defender su causa, escribió un relato autobiográfico en el que mostró los obstáculos que debió sortear para entregarse a su amor por el conocimiento. En su Carta atenagórica, la "Décima Musa", gracias a la inteligencia y brillantez del texto, brinda un ejemplo de por qué las mujeres deben tener acceso al conocimiento.