Un viaje lleno de nostalgia y amor a un lugar que sigue vivo en la memoria Tras la muerte de su querida abuela, una escritora estadounidense viaja a La Habana, donde descubre las raíces de su identidad y desentierra un secreto familiar oculto desde la Revolución. La Habana, 1958. Elisa Pérez, hija de un barón del azúcar, pertenece a la alta sociedad cubana y vive protegida de la creciente inestabilidad del país, hasta que se embarca en un romance clandestino con un apasionado revolucionario. Después del triunfo de la Revolución encabezada por el Che Guevara y Fidel Castro, su familia debe abandonar el país e instalarse en Miami. Miami, 2017. La joven escritora Marisol Ferrera creció escuchando las historias nostálgicas sobre Cuba que le contaba su difunta abuela Elisa, por lo que conoce a la perfección las canciones, los platos típicos y los lugares más bonitos sin haber estado nunca. Tras la muerte de Elisa, cuyo último deseo era que Marisol esparciera sus cenizas en el lugar que la vio nacer, viaja a La Habana, donde se da cuenta de que la ciudad que recordaba su abuela ya no existe.