En este collage donde se recorre un largo y variado itinerario con la misma liviandad que empleara Phileas Fogg en dar la vuelta al planeta, Julio Cortázar vuela, navega y camina hacia escalas tales como: Soliloquio ante una hoguera, Para llegar a Lezama Lima, De la seriedad en los velorios, Grave problema argentino: querido amigo, estimado o el nombre a secas, Jack the Ripper Blues, Del sentimiento de no estar del todo, Julios en acción, -Yo podría bailar este sillón- dijo Isadora, Louis enormísimo cronopio, Mi amistad con Teodoro W. Adorno, La vuelta al piano de Thelonius Monk, y muchas más que hacen un recorrido diverso y excitante, acompañado por viñetas, fotografías e ilustraciones que otro Julio, Silva, prepara y dispone amenizando un viaje tan pleno de sorpresas como el del famoso personaje de Julio Verne. "Todo participa de esa respiración de la esponja en la que continuamente entran y salen peces de recuerdo, alianzas fulminantes de tiempos y estados, y materias que la seriedad, esa señora demasiado escuchada, consideraría inconciliables", dice Cortázar y lanza al lector en su mundo de mundos, en su cajón de sastre, en su pecera oceánica de recuentos, recortes y recuerdos.