Harry y Craig tienen diecisiete años y están a punto de embarcarse en el beso más largo de la historia. No solo quieren romper el récord mundial, sino que también generar conciencia en la sociedad, demostrar que no hay nada de malo en que dos chicos se besen. Mientras los rodean las cámaras y una multitud, que los apoya tanto como los repudia, Harry y Craig logran llegar a las vidas de otros jóvenes que se encuentran lidiando con su sexualidad: algunos con aceptación, algunos con orgullo y otros con tanto dolor que están al borde del abismo. Narrada por un coro de voces que representa a la generación que perdió la batalla contra el sida, esta es una novela esperanzadora sobre la igualdad y la libertad.