Tercer y último volumen de los imprescindibles diarios de Rafael Chirbes, la culminación de un acontecimiento literario. Tercera entrega de los diarios de Rafael Chirbes, que reúnen las anotaciones de diversos cuadernos escritas entre 2007 y 2015. Estamos, pues, en el período crucial en que publica las dos novelas que suponen la culminación de su carrera literaria Crematorio y En la orilla y en sus últimos años de vida, marcados por la enfermedad. Aparecen en estas páginas las dudas y las crisis en la escritura de estas obras fundamentales, las conversaciones con su editor barcelonés, la repercusión de la publicación y algunos desencuentros con la prensa, los peajes de la vida literaria y algunos comentarios muy ácidos sobre varios escritores coetáneos. Está también muy presente, como en las anteriores entregas, el lector voraz, apasionado tanto en sus entusiasmos como en sus rechazos, que lee a los clásicos y a sus contemporáneos. Y el espectador feliz de películas en su mayoría clásicas, además del ciudadano que reflexiona en ocasiones con mucha indignación sobre la situación política española. Asoma asimismo la vida cotidiana, la convivencia en la casa de Beniarbeig con Paco, cuya salud merma día a día. Y los achaques propios: los vértigos, el insomnio, la angustia y finalmente la enfermedad. La última anotación es del 28 de junio, un mes y medio antes de fallecer: «Hace meses que estoy pensando lo peor, pero no tengo muchas ganas de vivir que digamos, y calculo que no es mal momento, antes de que empiecen las limitaciones de verdad, las dependencias ajenas. Lo que sea y cuando sea, con tal de que no resulte desagradable. Luego pienso en los animalitos, en mis perros y mis gatos, ¿qué hacer con ellos? ¿Dejarlos en manos de quién? Y no tengo tan claro que el momento sea tan bueno como me había dicho antes, y pienso que ojalá no sea lo que llevo meses imaginando». Concluye este volumen la edición de unos diarios de altísimo valor literario y humano. Las palabras más íntimas de Rafael Chirbes, despojado del artificio de la ficción. «Vida, amor, lectura, saberes diversos, compasión, episodios grotescos, ternura y curiosidad intelectual corren al unísono: el oficio de vivir y el oficio de escribir se confunden... Todo un acontecimiento» (Jordi Llovet, El País). «Pocos diarios se publican que contengan tan descarnada verdad sobre uno mismo como hombre, lector y escritor» (José María Pozuelo Yvancos, ABC).