Esta narración trata la historia de Keawe, un marinero que reside en la isla de Hawái. En un viaje que realiza a San Francisco ve las hermosas casas que están frente al mar y en sus adentros anhela algún día tener una igual. En ese momento llega frente a una hermosa casa en donde se encuentra a un enigmático caballero con mirada triste y largos suspiros, quien al chocar con la mirada curiosa de Keawe lo invita a pasar para mostrársela y entre cuarto y cuarto le cuenta la historia del diablo de la botella, quien la posea cumplirá los deseos de su amo. Ésta fue traída por Satanás a la tierra y fue comprada en varios millones de dólares. Entre venta y venta ha ido disminuyendo su valor, puesto que nadie podía pagar su alto precio. El caballero se la ofrece por cincuenta dólares y Keawe cree que es una broma, pero el caballero le explica que si el hombre qe la posea muere antes de venderla, arderá infinitamente en el infierno.