VALENCIA ALFONSO, CARLOS EDUARDO
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Los gatos pueden ser maquiavélicos y egocéntricos para algunos, y sin embargo, grandes gurúes para otros.Ellos caminan sobre el cerco que divide los mundos espirituales y mundanos. Aprende de este balance con tu atención en una respiración ronroneante y descubre los secretos que estos peludos seres sintientes han estado escondiendo. El libro retrata, con un lenguaje sencillo y profundo, las paradojas de la vida cotidiana, la sabiduría, el humor y las reflexiones de cualquiera que haya estado buscando respuestas existenciales. Chuck, el personaje principal, es una versión hiperbolizada del co-autor Carlos Valencia y sus experiencias como neurocientífico y monje zen. Los co-authores Diego Otero y Carlos Valencia solían dibujar juntos en la escuela primaria y muchos años más tarde, por casualidad, se reencontraron y decidieron darle una oportunidad a sus sueños de infancia. Carlos desempolvó unos apuntes y Diego desenfundó un lápiz. Cuando discutieron el proyecto inicialmente, Diego pensó que sería una gran idea debido a la paradoja de un ser tan egoísta tratando de ser un monje budista. Carlos, de otro lado, estaba absolutamente convencido de que no había nada más zen que un gato. La buena noticia es que el universo tiene espacio para contradicciones. En la tradición zen la iluminación es la vida cotidiana en sí misma. El Samsara no es diferente del Nirvana. No somos espirituales a pesar de nuestra naturaleza, sino gracias a ella. Los gatos son ejemplos "prrrrfectos" de esta unidad. Al ser ellos mismos, ser naturales, estar presentes, ser focalizados y resueltos, nos enseñan a ser más relajados, ecuánimes y a estar contentos y satisfechos. Este libro ejemplifica muchas de las enseñanzas que tenemos por aprender de los gatos. Como muchos maestros sabios, estos felinos son bastante silenciosos y esperan de que descubramos las lecciones por nostros mismos.