Louis lo había comprobado: el gato estaba muerto, y por eso lo había enterrado. Aun así, incomprensiblemente, el gato había vuelto a casa.Church estaba allí otra vez, como Louis Creed temía y deseaba. Porque su hijita Ellie le había encomendado que cuidara del gato, y Church había muerto atropellado. Louis lo había comprobado: el gato estaba muerto, incluso lo había enterrado más allá del cementerio de animales. Sin embargo, Chruch había regresado, y sus ojos eran más crueles y perversos que antes. Pero volvía a estar allí y Ellie no lo lamentaría. Louis Creed sí lo lamentaría. Porque más allá del cementerio de animales, más allá de la valla de troncos que nadie se atrevía a traspasar, más allá de los cuarenta y cinco escalones, el maligno poder del antiguo cementerio indio le reclamaba con macabra avidez..."Si vas a leer sólo una novela de terror, que sea "Cementerio de animales" de Stephen King, para que renuncies a todas tus mascotas." -Fernando Savater