Uno de los mayores obstáculos a los que se enfrentan los artistas, ya sean profesionales o aficionados, es esa especie de veneración hacia la creación de cosas bonitas, precisas y perfectas. Esta actitud, carente de espontaneidad y espíritu lúdico, pide a gritos experiementar con los materiales y con el proceso.
Lejos de conceder importancia solamente al producto final, la propuesta ahora es concentrarse en el proceso. De manera que los ejercicios que propone Keri Smith en este manual de accidentes y errores tienen el objetivo de hacerte participar en la experiencia de crear algo, sin preocuparte por el resultado.Como artistas de la improvisación, intentamos re-crear el momento en que dejamos todo atrás y saltamos a lo desconocido. Es una búsqueda de vértigo y terror que resulta adictiva pues, por un instante, tienes la sensación de que haces algo que vale la pena.