Nombre simbólico adoptado por el más grande ocultista de los tiempos medievales, Felipe Bombast Aurelio, Teofrasto de Hohenheim, nacido en Eissideln, cantón de Zúrich, en 1493. Fue el más hábil médico de si tiempo y el más renombrado por la curación de casi todas las dolencias mediante la virtud de talismanes que el mismo preparaba. Jamás tuvo un amigo, antes al contrario, estaba rodeado de enemigos, de los cuales los más acérrimos eran los eclesiásticos. Murió en Salzburgo, dejando a la posteridad numerosas obras que son aún hoy día altamente apreciadas por los cabalistas y ocultistas.