Tras la capitulación francesa del 22 de junio de 1940, los nazis ocuparon la ciudad de Saint-Malo y la convirtieron en un bastión en su famosa Fortaleza Atlántica, para controlar el norte de la Bretaña francesa. Sus habitantes intentaron resistir pasivamente a sus ocupantes, pertenecían a una larga tradición de corsarios y hombres intrépidos, pero Andreas von Aulock, el coronel a cargo de su custodia, era un hombre implacable, que sofocaba hasta el más mínimo intento de oposición. El coronel alemán ordenó la depuración de bibliotecas y bibliotecas de la ciudad, para deshacerse de los escritos subversivos, siguiendo las pautas de la famosa Otto List. La bibliotecaria de Saint-Malo cuenta la historia de Jocelyn y Antoine Ferrec, una vida llena de amor y literatura. Los corazones puros deben brillar incluso en el momento más oscuro de su historia. Joselyn comienza a escribirle al famoso escritor Marcel Zola, para hablar de su pasión por los libros y comenzar un hermoso epistolario de amistad. Poco a poco, la bibliotecaria le cuenta su historia de amor y las diferentes desgracias que está atravesando tras la ocupación nazi de su pueblo Saint-Malo.